No podemos hablar ni actuar por el resto del mundo, sólo podemos seguir haciendo lo que siempre hemos hecho
Poner nuestros cojones contra el enemigo y aquellos que queremos ayudar y sirven sin saberlo al enemigo.
Sinceramente, es una misión que genera impotencia máxima, pero mayor impotencia sería para con respecto a nosotros mismos no ser nosotros mismos y no desempeñar la función para la que fuimos diseñados o dicho de otro modo, dejar de ser nosotros mismos.
Hay tres opciones:
A- Decir continuamente que todo se ha ido a la mierda.
-B Luchar por la verdad.
C- Pasar de todo esto.
No hablo por todos los que están aquí, pero supongo que la opción C es a la que más optamos.
Nuestros antepasados se sentirían orgullosos y nuestros hijos lo estarán porque seguiremos en la opción B.
No tiremos la toalla y sigamos luchando.
Nadie conoce el desenlace aunque luchar es vivir y estar vivo no es estar muerto en vida.
Nacimos para esto CABRONES Y LO SABÉIS, ESO NOS HACE DIFERENTES AL RESTO Y POR ELLO SEGUIMOS VIVOS.
¡FIGHT!